Publisher's Synopsis
En la poesía de André Cruchaga (en toda) siempre están presentes esos andamios del absoluto, cuya metáfora tiene como referente el instinto. El instinto de vivir y el instinto de escribir. El poeta no se mueve por una serie de conocimientos previos sino por una experiencia de vivir y también de leer. El poeta argentino Roberto Juarroz decía en una larga entrevista que el poeta ha de guiarse por la intuición (instinto) para construir el poema y el mencionado Juan de Yepes que sin bien saberlo haciéndolo bien. Desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX los grandes poetas se reafirman en cuando a una verdad referente a la escritura poética: el instinto, la intuición son lo mismo. Y esto lo sabe muy bien nuestro poeta Cruchaga. No hay programas políticos, ni incitación a la rebelión ante el horror, como en los miembros de esa generación de los cincuenta. La muerte, el temor, la barbarie, el silencio, la incertidumbre la injusticia son más que suficientes y más eficaces ante las conciencias de los lectores. Un lugar en donde Nada es en los diminutos peces de la garganta, nada reptar contra la ponzoña; el insomnio se prolonga como una lenta serpiente y es feroz el imán roto de su himno [...] Un lugar donde los pájaros, el cielo azul del cielo siempre babean: ¿esperanza, esperanza continuamente frustrada?
Antonio Arroyo Silva.Poeta y filólogo español.
Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez.
Gáldar, España, 28 de diciembre de 2022