Publisher's Synopsis
- Los Hijos del Padre
Una novela de Lugh Crow
Entre las sombras de la diplomacia y el eco silente de las guerras perdidas, se esconde una historia que clama ser contada. Los Hijos del Padre es una narrativa cruda y poderosa que expone la herencia invisible que arrastran aquellos marcados por el apellido, por la sangre, y por el abandono.
Desde las entrañas políticas de Costa Rica hasta los elegantes pasillos de la diplomacia en Europa, esta novela nos lleva de la mano por la vida de Alfredo Velasco, un hombre forjado en el poder, heredero de la violencia y los privilegios que deja una guerra civil. Carismático en la superficie pero profundamente egoísta, Alfredo encarna al padre que no guía, que no abraza, que simplemente se impone.
En medio de su ascenso diplomático y su insaciable búsqueda de placer, Alfredo engendra una familia que quedará emocionalmente fracturada. Su primogénito, Manuel, es arrebatado de los brazos de su madre para vivir bajo la sombra del padre embajador en España. Lo que debería ser una vida de oportunidades se convierte en una experiencia marcada por la soledad, la exigencia y la nostalgia.
Manuel crece entre clases particulares, internados, y silencios que duelen más que cualquier palabra. Pero no todo es oscuridad: la señora Sofía, su tutora, se convierte en el faro emocional del joven, su verdadero pilar formativo. A través de sus enseñanzas, Manuel descubre que no basta con tener un apellido para valer en este mundo.
La historia se convierte entonces en una búsqueda profunda de identidad. Manuel se enfrenta a una sociedad que lo venera por su linaje, mientras él anhela algo más: conexión, autenticidad, amor. Las cartas desde Costa Rica, las ausencias prolongadas, los reencuentros forzados con su madre y sus hermanos, van delineando la figura de un joven atrapado entre dos mundos: uno de privilegios vacíos y otro de afectos olvidados.
Los Hijos del Padre es también un retrato social y político, una crítica velada a las estructuras de poder, al legado de los líderes revolucionarios, a las heridas que deja una patria dividida por intereses y egos. Es una historia que duele porque es real, porque está llena de personajes que podríamos reconocer en nuestras propias vidas.
Con una prosa precisa y envolvente, Lugh Crow construye una narrativa que emociona y confronta. Las escenas viajan desde los lujosos vuelos transatlánticos hasta las habitaciones silenciosas de un hotel embrujado, pasando por los tumultuosos bares madrileños y los pasillos fríos de una escuela católica.
El lector será testigo de una transformación inevitable: la del niño que quiso agradar a su padre convirtiéndose en el hombre que entendió que su valor no dependía de la sangre ni de los títulos, sino de su humanidad.
¿Puede el amor de una madre restaurar lo que el ego de un padre ha destruido? ¿Es posible romper con los hilos invisibles que arrastran a los hijos al destino de sus progenitores?
Los Hijos del Padre no es solo una novela. Es un espejo. Un testimonio de lo que callamos, de lo que heredamos y de lo que, al final, elegimos ser.