Publisher's Synopsis
Los cuerpos que componen la poesía se transforman, también, en contrarios. El mismo poema nos conlleva a lo que serán luego las estaciones para albergarnos. Puede ser mi cuerpo una casa en ruinas o puede ser también una estancia para que convivan a la vez mis eternas contrariedades y el poema. No lo sé. Estos versos surgieron como hambre para el cansancio cotidiano. Como única fe para condenar el cuerpo: la necesidad quimérica de retener -cual gladiador romano- el ejercicio de mantener a salvo en sus arenas las lanzas del contrario. Este poemario es a la vez una ruta para llegar a salvo entre las horas del cansancio.