Publisher's Synopsis
Ser educador es, sin duda alguna, una de las profesiones más satisfactorias que existen, pues, a largo plazo, logras ver que el fruto de tus esfuerzos se ha plasmado en formar la vida de alguien que a su vez influirá en su entorno. Eres formador de personalidad, de carácter, de profesionales, técnicos, empresarios, y artesanos del futuro. De artistas y deportistas. De genios y de los que tienen dificultades para aprender. Un maestro tiene el infinito y sagrado deber de reconocer que tiene el mandato divino de poder tocar el futuro. Ese es nuestro super poder, ahí radica nuestra fuerza. Sus opiniones, comentarios, gestos, tonos de voz, forma de pensar, influenciarán duraderamente en la formación y desarrollo de muchas generaciones. Por eso el arte de ser maestro no es uno que se practica en aislamiento ni en soledad, ni se acaba tampoco cuando te gradúas de la universidad sintiendo que lo sabes todo.