Publisher's Synopsis
Hay demasiadas "bailarinas" que ya no bailan a pesar de que "bailaban siempre". Hay muchos "hombres que se hicieron los bailarines" y "no bailaban nunca". Acabaron con sus bailes. Impidieron, para siempre, que siguieran danzándole a la vida. Otras "bailarinas", a pesar de todo y con todo, acabaron con los "nunca" y siguen bailando para salir de esos ecos que siguen golpeando subconscientes. Resistiendo, resiliendo y reivindicándose en ellas mismas, porque "sí bailan siempre".La realidad de la violencia machista y de género no sabe de metáforas. Esta realidad es más cruda que la ficción teatral amparada en un texto dramático inmerso en recursos estilísticos o figuras retóricas.Pero, ¿cómo abstenerse, desde el arte, de poner voz a "una bailarina" cuya realidad podría ser la de muchas? ¿Cómo no brindar la oportunidad reflexiva de indagar más allá de lo que se cree que sucede? O, ¿cómo no enfrentar con una realidad (poética) materializada escénicamente a aquellos que "nunca bailan" y "que aún así hacen como que sí" y que, eludiendo responsabilidades y evitando el aludido, podrían ser partícipes de esto?Entonces, asumes la responsabilidad de expresar qué ocurre tras una historia superviviente desde la mente de "una bailarina que sí bailaba siempre" sin apelar a lo estrictamente realista.Esas metáforas que se nombraban, son las únicas que pueden recoger la violencia de esta experiencia desde la crudeza que puede llegar a tener la poesía.Por eso, lo poético de la palabra escrita. Por esto, lo poético de la palabra física con la que se expresa en estos términos el cuerpo femeninamente expresivo. Por esto la metáfora de una danza. Para poder hablar desde las tablas, de una MUJER y de la VIDA, de la cruda realidad que encierra.SINOPSISHay noches para degradarse. Requieren de una elegancia precisa. Reservas de marca blanca. Acompañan el descenso hacia la subida. (Hay murmullo pero Glass se calla). Vienen las mareas. Suben su volumen mientras se agitan. Su sacudida es seca. Y hay unos pasos de baile sobre superficies hechas grieta. Y no hay baile. No. No hay baile. Pero hay quien lo intenta. "Había una mujer que era bailarina y sí bailaba siempre. Había un hombre que una vez se hizo el bailarín y no bailaba nunca" Hay otras reservas que no ondean en ninguna asta. Esas no se descorchan-. Esas no se beben. Glass, las murmura de fondo.