Publisher's Synopsis
"Las Vascongadas en la Edad Media" de Ignacio Silvosa Terreros
El libro "Las Vascongadas en la Edad Media" analiza la evolución histórica de esta región entre los siglos XI y XIV, un período clave en el que se definieron sus relaciones con la Corona de Castilla. A través de la dinastía de los Haro, la obra detalla los cambios políticos, militares y sociales que marcaron el destino del Señorío de Vizcaya, así como su paulatina integración en el reino castellano.
Durante el siglo XI, Vizcaya estaba bajo la jurisdicción del Reino de Navarra y gobernada por la familia Ezquerra. Sin embargo, en el año 1076, un giro político transformó el futuro de la región: Íñigo López Ezquerra, gobernador de Vizcaya, decidió cambiar su lealtad y someterse al rey Alfonso VI de León y Castilla. Este acto marcó el inicio de la influencia castellana en Vizcaya y supuso un cambio dinástico, ya que los Ezquerra adoptaron el apellido Haro, en honor a su feudo en la villa riojana del mismo nombre.
A partir de este momento, los Haro consolidaron su posición dentro de la nobleza castellana. Su rol en la corte y en las campañas militares les otorgó cada vez mayor poder e influencia, aunque su presencia en Vizcaya comenzó a ser más indirecta. En muchas ocasiones, la familia trasladó su corte a Nájera (La Rioja), donde también se encontraba su panteón familiar, reflejando su doble papel como señores de Vizcaya y nobles castellanos.
Durante el siglo XII, la Casa de Haro tuvo que enfrentarse a diversos desafíos para mantener su control sobre Vizcaya. Un conflicto fundamental fue la disputa con la familia Ladrón de Guevara, quienes habían sido designados como gobernantes de Vizcaya por los reyes navarros. Esta rivalidad culminó en un enfrentamiento entre Lope Díaz I de Haro y los Ladrón de Guevara, que resultó en el regreso definitivo de Vizcaya a la órbita castellana.
A pesar de que en la actualidad algunos sectores consideran a los Haro como una dinastía traidora por su lealtad a Castilla, el libro enfatiza que este proceso no fue una traición ni una sublevación separatista, sino una manifestación de las complejas relaciones de poder de la época. Más que un simple sometimiento, los señores de Haro supieron negociar su posición en la corte castellana y mantener su dominio sobre Vizcaya.
Entre los siglos XIII y XIV, los señores de Vizcaya desempeñaron un papel clave en la historia de Castilla. Personajes como Diego López II de Haro y Lope Díaz V de Haro participaron en importantes campañas militares, como la batalla de las Navas de Tolosa (1212), un evento crucial en la Reconquista.
Además, los Haro obtuvieron amplias posesiones en Castilla, lo que reforzó su prestigio y poder. Su capacidad de mantener influencia en ambos territorios-Vizcaya y Castilla-muestra la compleja red de lealtades y alianzas que definía la política medieval.
El destino de Vizcaya quedó sellado en 1369 con la muerte de Tello de Castilla, el último señor de Vizcaya. Antes de fallecer, Tello legó el señorío a su hermano, el rey Enrique II de Trastámara, lo que significó la incorporación definitiva de Vizcaya a la Corona castellana. Este acontecimiento marcó el fin de la autonomía de los señores de Vizcaya y su plena integración en el reino de Castilla.