Publisher's Synopsis
El futuro ya ha pasado. Es más, quedan ya pocos trenes para los rezagados. Los tiempos han cambiado de manera drástica para el común de los mortales y no cabe preguntarse si es para bien o para mal. Sólo cabe adaptarse o desaparecer. El Estado del Bienestar ha sido desmantelado por las políticas neoliberales que se están llevando a cabo en todo el mundo, de manera que ya apenas si le queda el canto del cisne y poco más. Hoy en día, el Estado, exangüe, nos dice lo que le dijo a Lázaro su madre: "-Criado te he. Con buen amo te he puesto. ¡Válete por ti!". De modo que, a término, tendremos que pagar por médicos y medicinas, por la educación de nuestros hijos y, sobre todo, por nuestra jubilación; la cual, como vamos viendo, cada vez es más deleznable y quién sabe si algún día será inexistente. Tal y como se presentan las cosas, quedarse con los brazos cruzados es poco menos que un suicidio. Sin embargo, allí donde se halla el veneno, se halla también el antídoto, no lejos del mal, se encuentra siempre el remedio. La globalización, acompañada de las nuevas tecnologías, que tanto benefician al gran capital, también pueden ayudar al ciudadano de a pie. Internet no es una botella lanzada al océano, es el océano dentro de la botella.