Publisher's Synopsis
Como alguna vez dijo el mismo Sergio Marentes, cuando le preguntaron sobre las diferentes funciones de los poetas en la sociedad, una de las tareas del poeta es ser el notario del tiempo. Este libro está escrito en el lenguaje mismo del tiempo, y, al permanecer intacto al paso de los amaneceres y atardeceres, que lo habitan, y que jamás se detienen, obedece a designios secretos que, como seres finitos, desconocemos. Aunque las fórmulas para vivir no existen, y el autor así también lo crea, en estas páginas, una tras otra, y cualquiera al azar, se halla la forma exacta, y la más justa, que necesitaremos para que nuestros días puedan acabar o empezar justo en nuestro origen. Querámoslo o no, porque el mundo es así, de aquí podremos salir a vivir o a soñar con la tranquilidad del deber cumplido.