Publisher's Synopsis
Caballeros andantes, niños lectores y padres soñadores
Todo libro tiene una historia. Pero hay libros cuya historia empieza mucho antes de la primera página, mucho antes incluso de su primera palabra. Libros que parecen estar aguardando, con paciencia y ternura, al lector adecuado. Libros que no se escriben solo con tinta, sino también con amor, con juego, con la sonrisa cómplice de quien quiere compartir un universo. Don Quijote y sus Andanzas Improbables es uno de esos libros.
No es necesario haber leído a Cervantes para disfrutarlo. Tampoco es preciso saber quién fue Rocinante, ni qué significaba enfrentarse a los molinos de viento. Lo único que se necesita para leer esta obra de Ignacio Silvosa Terreros es algo que llevamos dentro desde niños: ganas de imaginar.
Y es que este libro es muchas cosas a la vez: es una recreación, es una travesía, es un acto de cariño por el Quijote original, y es, también, una declaración de intenciones: el deseo de contagiar el amor por la lectura a todas las edades, de forma amena, visual y profunda.
En un mundo saturado de estímulos, donde las pantallas dominan el día a día y la lectura muchas veces parece una tarea forzada, Don Quijote y sus Andanzas Improbables nos recuerda que los libros también pueden ser una fiesta. Una fiesta para el alma, para el humor, para la inteligencia y para el afecto.
Un libro para toda la familia
¿Existe eso realmente? ¿Un libro que pueda disfrutar un niño de ocho años, una adolescente curiosa, un adulto nostálgico y un abuelo lector? Este sí.
Desde su estructura -con 50 capítulos independientes pero conectados- hasta su propuesta estética -con ilustraciones a color, poemas, cómics y narraciones-, todo en este libro está pensado para ofrecer múltiples puertas de entrada. El lector joven podrá disfrutar de las viñetas y el humor visual; el lector adulto encontrará referencias a Cervantes y guiños sutiles a la literatura clásica; y los lectores de corazón abierto descubrirán, en cada página, una invitación a mirar el mundo desde otro ángulo.
Porque eso hace Don Quijote, desde hace más de 400 años: nos enseña a mirar lo imposible con ojos posibles. Nos recuerda que no todo está perdido si aún cabalgamos hacia lo desconocido, si aún nos atrevemos a ser ingenuos, generosos, locos.
Ignacio Silvosa Terreros no ha querido reescribir el Quijote, sino rendirle homenaje desde una perspectiva contemporánea y entrañable. Ha creado un universo paralelo que vibra con la misma energía poética, absurda y tierna que el original, pero con lenguaje actual, estructura moderna y un enfoque abiertamente lúdico.
Cuatro ingredientes por capítulo
Cada capítulo de este libro está compuesto por cuatro elementos, como una receta bien medida:
- Una narración en prosa que relata una aventura improbable del caballero y su escudero, escrita con tono ameno, humor y respeto.
- Una ilustración a página completa y a todo color, que da vida visual a la escena central del episodio.
- Un cómic de cuatro viñetas, también a color, que destila con humor el núcleo del capítulo, mostrando el lado más cómico, irónico o absurdo de la situación.
- Un poema original en rima, que condensa el alma del capítulo y ofrece un cierre poético, musical, inolvidable.