Publisher's Synopsis
Todos los seres humanos usamos el lenguaje como medio de comunicación, pero las palabras de nuestra boca tienen un efecto constructivo o destructivo para nuestra vida o para la de otros. Fuimos creados a imagen y semejanza de nuestro Creador y Padre celestial, pero el pecado nos ha separado de Él, por lo que necesitamos redención a través de un plan de salvación por medio del sacrificio de Jesús, el cordero inmolado. Aun así, no hemos perdido las cualidades con las que fuimos creados como criaturas especiales y de alta conciencia, superior a los animales. Las palabras surgen de nuestros pensamientos, y nuestros pensamientos son como un plano que creamos de nuestra vida, nuestro futuro o que proviene de la imaginación. Hablamos o decimos cosas por decir, repetimos las mismas cosas que hemos oído, aprendido o heredado de creencias y tradiciones; la mayoría de las cuales son erradas, porque estamos mal enseñados, mal entrenados y mal informados.