Publisher's Synopsis
El poemario quiere ser un canto a la vida y a la esperanza (palabras tan llenas y abarcantes que solo el temor silencioso en un dulce retiro de las gentes puede penetrarlas); a la exuberante naturaleza, que nos admira con sus formas luminosas y oscuras, magnas o diminutas, y con sus ciclos cósmicos; a la paternal providencia de Dios, que guía y sostiene a sus hijos.
Un dardo de luz blanca y pura enhebra los poemas todos y los engarza en una composición cabal. Saeta de armonía que resplandece, trémula de emoción, impregnada por un destino selecto; radia su esperanza de belleza sembrando aires nuevos, fragancias afables por doquiera que pasa. En su viaje al través de los versos, no deja de acusar la pesadumbre del exilio, y expuesta a tempestades recias y calígines dolorosas, el fulgor de su vuelo se entenebrece; comenzará entonces una secreta agonía que será plenificada por luces más altas y prístinas. Este dardo es un alma, una vida, siempre bajo el pudor metafórico, transmutada en canto que se abre al cielo. Anhela el ritmo poderoso de la creación y trata de verterlo, con modesto brío, en las poesías. Elige cada palabra, en su labor de orfebre, en prenda de amistad leal, para comunicarle un aliento de vida, esperando de ella a cambio que resucite cuando ojos reverentes la fruyan en intimidad silenciosa, y que así, en silente modo, aspiren un hálito de la vitalidad que guarda con celo.