Publisher's Synopsis
A veces hay que ser un rayo de luz y aprender a deslizarse. El cuerpo a través del canto va tejiendo su propia epísteme, que ya no es una idea formal sino una pequeña casa tejida con sudores, espantos, derrotas, amores y dulzor. A veces los rayos de sol son los llamados a permear un mundo nuevo con su sinuosa corporeidad. Ser animal y ser la aurora en ese instante es una misma cosa. Sed de sentidos que vamos arrastrando para fabricar un horizonte que sea fuego y piel y una forma profunda de mirarnos en la oscuridad. De la sabiduría propia de su cuerpo de mujer pare Aquarela del Sol Padilla esta poética tan suya que se hace tan nuestra. Este es su canto, nuestro canto: animal, solar, florecido, ilimitado... Tan derrotado como esperanzador y tan mortal como lumínico...Juan Carlos Murphy